50 años de prevención de la EHRN: una historia de éxito inconclusa

Hace 50 años, en 1968, se introdujo la globulina anti-D para prevenir la llamada enfermedad de Rhesus. Cuando una mujer embarazada es Rh negativa, pero su hijo nonato es Rh positivo, ya que el feto ha heredado ese factor del padre, entonces la madre puede comenzar a producir anticuerpos contra el factor Rh. Esto puede resultar en la destrucción de los eritrocitos fetales, los glóbulos rojos y, en última instancia, puede provocar anemia fetal, edema y muerte. La destrucción de las células sanguíneas fetales puede provocar también, después del nacimiento, ictericia neonatal y daño cerebral. La llamada enfermedad del Rh es típicamente una enfermedad del segundo hijo, ya que el primer contacto entre la sangre de la madre y la de su hijo ocurre generalmente durante el proceso de nacimiento. En otras palabras, la madre producirá los anticuerpos después del primer parto o, en ocasiones, después de un primer aborto espontáneo, sangrado o traumatismo durante el embarazo.


Cuando una madre Rh negativa da a luz de un niño Rh positivo, debe ser tratada dentro de las 48 horas siguientes al parto con globulina anti-D, que destruye las células sanguíneas fetales restantes en su circulación antes de que tenga la oportunidad de desarrollar anticuerpos. En la práctica esto significa que, en las mujeres Rh negativas, el factor Rh de su hijo se determinará directamente después del nacimiento a partir de la sangre extraída del cordón umbilical. La globulina anti-D solo es necesaria si el niño es Rh positivo. Después de un aborto espontáneo, sangrado o traumatismo, se administra antiglobulina sin necesidad de más pruebas.

Este procedimiento fue implementado en muchos países en 1968 y ha erradicado casi todos los casos de la enfermedad del Rh. Más recientemente, la prevención se perfeccionó con la administración de globulina anti-D alrededor de las 30 semanas de gestación, para prevenir la enfermedad del Rh debido al contacto entre la sangre materna y la fetal durante el embarazo. Este último procedimiento puede incluso limitarse a las mujeres Rh negativas que estén gestando un hijo Rh positivo, ya que ahora es posible determinar el factor Rh fetal en la sangre materna en el primer trimestre del embarazo.

En definitiva, una verdadera historia de éxito: una prevención casi completa de una enfermedad que puede inducir graves daños al feto. Una historia de éxito en el llamado mundo occidental. Sin embargo, desafortunadamente es una historia de éxito inconclusa ya que, a día de hoy, en todo el mundo y año tras año mueren casi 200 000 bebés, antes o después del nacimiento, y otros 100 000 sufren daños cerebrales debido a la enfermedad del Rh. Esto no se debe a que el tratamiento no funcione, sino al hecho de que la administración del tratamiento con globulina anti-D puede pasarse por alto, ya sea después de un parto o un aborto espontáneo, o incluso al hecho de que pueda no estar disponible en algunos países, que pueda ser demasiado costoso (en algunos mercados privados) o que se está dando un tratamiento alternativo menos efectivo.

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